Globos de Oro 67


Iba a escribir un comentario sobre las nominaciones a los Globos de Oro. Qué bueno -teniendo ya a la mano la lista de los ganadores- que ni las fiestas ni el desgano causado por la bronquitis que padecí desde Año Nuevo me permitieron hacerlo porque habría sido una verdadera pérdida de tiempo. Cuando era chico y apenas comenzaba a interesarme más a fondo por el cine, le seguía la pista a estos premiuchos hollywoodenses, me echaba cada año las ceremonias de premiación y siempre hacía berrinche porque las películas que a mí me gustaban terminaban perdiendo ante cursilerías, mediocridades, gringadas o churros. El último berrinche lo hice hace algunos años cuando El laberinto del fauno de Guillermo del Toro perdió el Óscar a mejor película en lengua extranjera frente a La vida de los otros. Un filme con un final poco convencional, muy osado y abierto. Frente a otra bastante buena; pero con un final más que complaciente y hasta ñoño. Ese día juré no volver a echarme las aburridas ceremonias de premiación de los Globos o de los Óscares. Y lo he cumplido. Sin embargo, no puedo sustraerme a mencionar en mis reseñas si alguna película ha ganado uno o dos o tres de estos premios.
En los últimos años se ha comentado que dichas ceremonias tienen cada vez menos audiencia y eso porque las premiadas no han sido cintas taquilleras. Y es verdad. Pareciera que los Globos y el Óscar han querido de cierta forma legitimizarse premiando directores o películas que han florecido dentro del radio de acción del cine independiente o incluso el europeo. A veces se atreven a imitar las pautas establecidas por Cannes o algún otro festival internacional. Sin embargo, tras la entrega del Óscar del año pasado la tendencia cambió. Anunciaron que incluirían diez obras en la terna de mejor película en lugar de cinco. Eso porque todos los fanáticos de Batman pusieron el grito en el cielo cuando no fueron complacidos. Con la lista de las premiadas de los Globos se confirma la tendencia donde sin duda este año se condecorará lo taquillero. Aunque hay que agregar algo más al respecto. Sí, se considera que los Globos son la antesala del Óscar; pero eso no quiere decir que no vaya a haber discrepancias entre unos y el otro.
1) Avatar ganó mejor película dramática frente a The Hurt Locker (una gringada bélica más sobre Irak o Afganistán o lo que sea que, por cierto, jamás veré), Precious (otra gringada afroamericana e inflada por su productora ejecutiva Oprah Winfrey; tampoco la veré), Amor sin escalas (la favorita de la crítica que tampoco veré simple y sencillamente porque en ella está de protagonista el infumable George Clooney) y Bastardos sin gloria. En pocas palabras la taquilla le ganó a la calidad. Así de simple.
2) Sandra Bullock, mejor actriz dramática. Estaba al lado de la actriz gorda de Precious y tres inglesas -la veterana Hellen Mirren y las jóvenes Emily Blunt y Carey Mulligan. Otra vez, la taquilla frente a la calidad. Bullock gana por una cinta que también parece ser una gringada complaciente de superación personal con cierto toque afroamericano.
3) Jeff Bridges, mejor actor dramático. Estaba al lado de George Clooney, Colin Firth, Morgan Freeman y Tobey Maguire. Con que le haya ganado a Clooney, me da gusto. Pero tampoco veré la película por la que ganó. Todo lo que huela a música country me da náuseas.
4) The Hangover o ¿Qué pasó ayer?, mejor película musical o de comedia. Otra vez la taquilla imperó. Sin comentarios. El que esta comediucha de adolescentes-adultos en Las Vegas haya ganado no los merece.
5) Meryl Streep, mejor actriz en un musical o en una comedia. Estaba en la terna con Sandra Bullock, Marion Cotillard, Julia Roberts y... ¡Meryl Streep! Este asunto de las dobles nominaciones en los Globos es un misterio para mí. Y sí, se ha llegado al colmo de que la señora Streep estornuda y le dan un premio.
6) Robert Downey Jr., mejor actor en un musical o en una comedia. Se enfrentaba a Matt Damon, Daniel Day-Lewis, Joseph Gordon-Levitt y Michael Stuhlbarg. Qué decir. A Hollywood le encantan las historias de retornos desde el infierno. Y la de Downey Jr. ha sido de las más sonadas.
7) Mo'nique, mejor actriz de reparto. Mo'nique... ¿Eso es un nombre? Estaba junto a Penélope Cruz, Vera Farmiga, Anna Kendrick y Julianne Moore. La señora Mo'nique o como se llame le debe su Globo de Oro a Oprah Winfrey. Punto. Ah y no volveremos a oír hablar de ella en el mundo del cine nunca más.
8) Cristoph Waltz, mejor actor de reparto. Se enfrentaba a Matt Damon, Woody Harrelson, Christopher Plummer y Stanley Tucci. Éste sí, merecidísimo. No lo necesitaba. Ya lo habían premiado en Cannes.
9) The White Ribbon o El listón blanco o La cinta blanca o como le pongan en México, de Michael Haneke, mejor filme en lengua extranjera. Estaba frente a Los abrazos rotos, Un prophète, La nana y Baaria. Otra vez, el intento desesperado para legitimizarse premiando a la ganadora de la Palma de Oro en Cannes.
10) James Cameron, mejor director. (Se vale reír) Se enfrentaba a Kathryn Bigelow (¿quién?), Clint Eastwood (el decrépito señor también estornuda y lo nominan), Jason Reitman (para que no digan que no le hacen caso a la crítica gringa) y Quentin Tarantino. Sólo una pregunta: ¿nos acordaremos de la maravillosa y profunda obra de Cameron dentro de diez o veinte años cuando toda la técnica digital de efectos especiales desplegada en sus filmes haya sido más que superada? O quizás dos: ¿nos acordaremos fuera de los recuentos estúpidos de cuánto dinero han ganado sus cintas?
11) Jason Reitman, mejor guión. Estaba frente a Neill Blomkamp, Mark Boal, Quentin Tarantino y Nancy Meyers. Ésta fue la terna que los Globos le concedieron a la crítica gringa que ha estado inflando la película Amor sin escalas desde hace algunos meses. Como siempre esta categoría es la rebanada del pastel para los independientes.
El resto de los premios de cine (animación, canción) no me interesa comentarlos.
A ver qué sorpresitas nos reservan las nominaciones al Óscar.
Lo que sí es casi seguro es que Avatar estará entre las diez nominadas a mejor película.