Reviso un pasaporte vencido que estuvo vigente entre 2001 y 2006. Con el sello en la tercera página -la del estado de Baja California Sur- compruebo que hace exactamente seis años llegué a Montreal. Entonces entré como estudiante. Un año y medio después me volví residente. Y dentro de algunos meses, si todo sale bien, seré ciudadano. Dicen los que pretenden saber que el número seis representa la fuerza divina, la armonía, la belleza de la naturaleza y no sé cuántas cosas bonitas más. ¿Será? Para mí, éste es sólo un aniversario más de estar aquí.